SERVUS HISPANIARUM REGIS



viernes, 3 de octubre de 2014

LAS MEDALLAS DE LA CORONACIÓN DE CARLOS X



Carlos X fue el último soberano francés en ser coronado en Reims. Nostálgico de la monarquía absoluta de derecho divino, el Rey quería borrar toda huella del periodo revolucionario y recuperar en plenitud el ceremonial del Antiguo Régimen. 
Louis XVIII había renunciado a la ceremonia de la coronación, sobre todo porque resistía mal las prolongadas y fatigosas ceremonias. 
Sin embargo, Carlos X quiso retomar la tradición y tener una ceremonia fiel y exacta a las que habían tenido sus ancestros en el trono. Les preparativos comenzaron en noviembre de 1824. Una considerable suma fue destinada a la restauración de los edificios, a la fastuosa decoración de la Catedral de Reims y del Palacio Archiepiscopal. 
Para la ocasión el Rey hizo que Luigi Cherubini compusiera una misa de coronación, encargando también una ópera a Gioacchino Rossini, Le Voyage à Reims
La carroza, diseñada por el arquitecto Charles Percier, era una berlina tirada por ocho caballos y en su decoración participó el fabricante Duchêne, el escultor Henri-Victor Roguier, el vidriero Denière y el pintor Pierre-Claude-François Delorme. 

Un momento de la coronación de Carlos X en Reims (1825)

El 27 de mayo de 1825, el cortejo real partió de Compiègne hacia la ciudad de Reims. 
El ceremonial fue levemente modificado: Carlos X había aceptado prestar juramento de fidelidad a la Carta Otorgada de Luis XVIII, «para calmar a la opinión pública».
El rito se desarrolló con todo esplendor y pompa, siendo glosado por artistas y poetas de la talla del barón Gérard, Alphonse de Lamartine o Victor Hugo. Éste último compuso la oda titulada «Le sacre de Charles X», que publicará el 18 de junio siguiente dentro de su recopilatorio Odes et Ballades y en la que cantaba el esplendor de la ceremonia y la firme alianza del trono y del altar.

El impacto de la coronación de Carlos X en la opinión  pública fue limitado. En una sociedad en la que el anticlericalismo seguía vivo, el pueblo no apreciaba más que la resurrección del Antiguo Régimen en uno de sus aspectos más arcaicos, y un acontecimiento de significación religiosa que no alcanzaba a comprender.
La coronación-consagración revelaba la imposible convivencia de dos principios opuestos: la soberanía nacional y la legitimidad real del Antiguo Régimen.

Para conmemorar aquella ceremonia regia se acuñaron varias medallas de bronce, todas ellas perfectamente acordes con el espíritu de vuelta al pasado que impregnaba los deseos del monarca.
El primero de los modelos muestra en su anverso al rey Carlos X con sus vestiduras de coronación, el collar de la Orden del Espíritu Santo, pañuelo de encaje al cuello y la corona real de Francia sobre su cabeza.
Le rodea la inscripción latina: "Carolus X. Rex. Christianissimus" recordando el título tradicional de los monarcas franceses.
Charles X, Médaille, Sacre
Anverso de la primera medalla
Foto: www.ebay.fr.

El reverso presenta la escena de la unción con el óleo sagrado de Clodoveo como era tradicional que se hiciera con los reyes de Francia desde tiempos medievales.
Carlos X, de rodillas y en oración, recibe la unción sagrada de manos del Arzobispo de Reims en presencia de un acólito crucífero y de seis pares de Francia que actúan de testigos.
En el exergo la inscripción latina: "ADSTANTIBVS. FRANCIAE. PARIBVS / REGIONUMQVE. DELECTIS. SVMMIS. LEGVM / ADMINISTRIS. EXERCIT. PROCERIBVS / GENTIVM. EXTERAR. LEGATIS / REMIS. XXIX. MAII / MDCCCXXV". 
Charles X, Médaille, Sacre
Reverso de la primera medalla.
Foto: www.ebay.fr.

El segundo modelo presenta al busto del monarca sin atributos regios rodeado por la inscripción latina: "Carolus X. Rex. Christianissimus" 
Sacre de Charles X à Reims, Médaille

Anverso de la segunda medalla
Foto: www.ebay.fr.

El reverso presenta la escena de la unción con un carácter simbólico. El monarca se halla de rodillas y enoración sobre una almohada ceremonial mientras el Arzobispo de Reims, sentado en su cátedra, unge con su mano derecha la frente del soberano. Con su mano izquierda sujeta la bandeja sobre la que encuentra la ampolla con el óleo sagrado de Clodoveo.
El Espíritu Santo irradia sus dones desde lo alto mientras los atributos reales de: la corona, el cetro y la mano reposan sobre otra almohada ceremonial y un soporte con el escudo de Francia.
Rodea la inscripción latina: "Rex coelesti oleo unctus", indicando que el monarca es ungido con el óleo sagrado.
En el exergo el lugar y la data: "Remis. XXIX. Die. Maii. MDCCCXXV"
Sacre de Charles X à Reims, Médaille
Reverso de la segunda medalla.
Foto: www.ebay.fr.


El tercer modelo presenta al busto del monarca, también sin atributos regios, rodeado por la inscripción latina: "Carolus X. Rex. Franciae"
Charles X, Médaille, Sacre à Reims

Anverso de la tercera medalla
Foto: www.ebay.fr.

El reverso muestra al Arzobispo de Reims de pie, coronando a Carlos X, quien recibe la corona de rodillas y orante. Le rodea la frase latina: "Coronam favente Deo suscipit" que en el ceremonial de la coronación solemniza el instante en que la corona que se entrega, y que proviene de Dios, pasa a ceñir las sienes del nuevo rey.


Charles X, Médaille, Sacre à Reims
Reverso de la tercera medalla.
Foto: www.ebay.fr.




Dos estrofas de la Oda a la coronación de Carlos X, de Víctor Hugo

Devant ces grands témoins de la grandeur française,
Le saint chrême de Charle a rajeuni les droits.
Il reçoit, sans faiblir, cette couronne où pèse
La gloire de soixante rois.
L'archevêque bénit l'épée héréditaire,
Et le sceptre, et la main austère
Dont nul signe n'est démenti ;
Puis il plonge à leur tour dans le divin calice
Ces gants, qu'un roi jamais n'a jetés dans la lice,
Sans qu'un monde n'en ait retenti !.
.........................
Entre, ô peuple ! – Sonnez, clairons, tambours, fanfare !
Le prince est sur le trône ; il est grand et sacré !
Sur la foule ondoyante il brille comme un phare
Des flots d'une mer entouré.
Mille chantres des airs, du peuple heureuse image,
Mêlant leur voix et leur plumage,
Croisent leur vol sous les arceaux ;
Car les francs, nos aïeux, croyaient voir dans la nue
Planer la Liberté, leur mère bien connue,
Sur l'aile errante des oiseaux.

El clero y la nobleza aclaman al nuevo monarca Carlos X
Obra de François Gérard con múltiples connotaciones con la Coronación de Napoleón que pintara David

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