SERVUS HISPANIARUM REGIS



lunes, 2 de febrero de 2015

LA MEDALLA DE LA PAZ DE RASTADT

Vista general de Palacio de Rastadt
Foto: Martin Dürrschnabel
La Guerra de Sucesión Española estaba tocando a su fin. Pero el Archiduque Carlos, convertido desde 1711 en Carlos VI de Austria, seguía manteniendo sus aspiraciones al trono de Madrid. En 1713 se había negado a firmar el Tratado de Utrecht y no reconocía ni a Felipe de Borbón como rey de España ni al duque de Saboya como rey de Sicilia.
Al no firmar el Imperio los tratados de Utrecht, cosa que sí habían hecho los ingleses y los holandeses, la guerra prosiguió en la primavera de 1713. El ejército francés ocupó las plazas de Landau y de Friburgo. La flota británica bloqueó a la emperatriz Isabel Cristina de Brunswick y a las tropas imperiales que seguían defendiendo el Principado de Cataluña frente a la ofensiva de las tropas de Felipe V. Los reveses militares frente al avance borbónico, convencieron a Carlos VI que debía poner fin a la guerra por lo que se iniciaron las negociaciones de paz en la ciudad alemana de Rastadt a principios de 1714.
Los protagonistas en las negociaciones fueron el Mariscal de Villars por el lado francés y el príncipe Eugenio de Saboya por el lado imperial, lo que facilitó los acuerdos pues entre ambos había una vieja amistad entablada cuando Villars fue embajador de Luis XIV en la corte de Viena. Sin embargo, el "caso de los catalanes" pronto se convirtió en la cuestión más difícil porque las posiciones eran prácticamente insalvables
El Príncipe Eugenio de Saboya, plenipotenciario imperial
Lo que el representante imperial pretendía, siguiendo las indicaciones de Carlos VI, era que Felipe V se comprometiera a promulgar una amnistía para sus "vasallos rebeldes" tanto catalanes como mallorquines y a no derogar las leyes e instituciones propias del Principado de Cataluña ni del Reino de Mallorca, también del lado austracista, si la emperatriz y las tropas imperiales lo abandonaban. Por el contrario Felipe V quería aplicar en Cataluña y en Mallorca la "Nueva Planta" que había promulgado en 1707 para los "reinos rebeldes" de Valencia y de Aragón, y que había supuesto la desaparición de sus fueros. El embajador Villars aceptó la propuesta de Eugenio de Saboya siendo desautorizado por el secretario de Estado de Luis XIV, el marqués de Torcy, por lo que tuvo que abandonar la negociación. Al mismo tiempo Luis XIV enviaba a Cataluña un ejército al mando del duque de Berwick para que que apoyara a su nieto Felipe V y éste acabara de una vez con la resistencia de Barcelona.
Claude Louis Hector duc de Villars.jpg
El Príncipe de Martigues y Duque de Villars, plenipotenciario francés
Agotadas las posibilidades de una negociación para Cataluña, las partes se dispusieron a concluir la paz mediante el Tratado de Rastadt, firmado el 6 de marzo de 1714, ligeramente modificado por el Tratado de Baden del 7 de septiembre del mismo año. El tratado supuso el fin de la Guerra de Sucesión Española entre los reinos de Francia y España contra el Imperio Austriaco. El emperador Carlos VI de Austria vio reconocida su posesión de los antiguos Países Bajos Españoles (aumentados ahora con las plazas de Tournai, Ypres, Menin y Funes), Nápoles, Milán, los Presidios de Toscana y Cerdeña (que sería intercambiada con Saboya en 1718 por Sicilia). El rey Luis XIV de Francia conservaba Landau, Estrasburgo y Alsacia, pero perdía las plazas de la orilla derecha del Rhin: Breisach, Kehl y Friburgo.
Europa tras los tratados de Utrecht y Rastadt
El 11 de septiembre de 1714 las tropas de Felipe V tomaban Barcelona. En breve plazo tanto Cataluña como Mallorca fueron administradas acorde a los Decretos de Nueva Planta.  
El Tratado de Baden concretó posteriormente algunos puntos de los tratados anteriores de Utrecht y Rastatt. Los Príncipes Electores de Colonia y de Baviera fueron restaurados en sus territorios y dignidades dentro del Imperio, mientras que Francia evacuaba Lorena.
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Para conmemorar la firma del Tratado de Rastadt fueron acuñadas varias medallas conmemorativas. Hoy ofrecemos nuestro comentario sobre la acuñada por el Ducado de Baden, anfitrión de las negociaciones diplomáticas y del acurdo final.
Se trata de una pieza circular de bronce dorado en cuyo anverso se muestran las efigies de la Regente y el Margrave de Baden, rodeados por dos coronas florales ovaladas de gusto rococó. Entre ambas una paloma descendente porta en su pico una corona de olivo cerrada, símbolos los dos de la paz alcanzada.
En el exergo las armas de la Regente y su hijo del Margave bajo la corona de Príncipe Elector del Imperio. Rodea la escena la cita del Nuevo Testamento: "Dabo pacem in finibus vestris", como constatación de la paz sellada.
Una nueva inscripción latina, conteniendo el nombre de los soberanos de Baden, completa el conjunto rodeándolo: "Francisca Sibyla Aug(usta) Gubernatrix. Ludovicus Marchio Badensis".
Medalla Alemania Paz de Rastatt , Histórica y Rarísima (Numismática - Medallería - Histórica)
Anverso de la Medalla de la Paz de Rastadt
Foto: www.todocoleccion.net

El reverso de la Medalla está constituido por una vista exterior del Palacio de Baden (obsérvese la fotografía con la que comienza esta entrada de hoy) sobrevolado por una paloma de la paz.En el exergo una cartela ovalada de gusto rococó con una nueva cita latina alusiva al lugar y al momento: "Et in loco isto dabo pacem". Le rodea otra inscripción latina conmemorativa exterior que dice: "In arce composta est pax Rastadii".
Reverso de la Medalla de la Paz de Rastadt
Foto: www.todocoleccion.net

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